martes, 28 de junio de 2022

CONSUMO REGULAR DE CAFÉ: REDUCCIÓN DEL RIESGO DE DEPRESIÓN MENTAL

 




    Rigurosos estudios científicos están revelando que el consumo regular de café se asocia con una reducción del riesgo de desarrollar depresión mental, una verdadera prioridad de salud pública por su alto coste económico y por deteriorar la salud en su triple dimensión: física, mental y social.

    Es crucial priorizar estrategias preventivas de esta enfermedad, sobre todo de prevención primaria (reducen la tasa de incidencia de la misma), sin soslayar la prevención secundaria (diagnóstico precoz de los casos existentes y tratamiento efectivo de los mismos), pues es muy frecuente1, genera una gran discapacidad2 y comporta una gran carga económica3.

   A pesar de este triste panorama, en nuestra mano está reducir sensiblemente el riesgo de desarrollarla mediante la adopción de estilos de vida saludables, como la práctica regular de actividad física, la adhesión a una dieta saludable, como la Dieta Mediterránea y por el consumo regular de café, gran protagonista de este contenido.

      En las siguientes líneas vamos a analizar los principales estudios prospectivos que han revelado una asociación entre el consumo de esta bebida universal y una reducción del riesgo de depresión.


            The Kuopio Ischaemic Heart Disease Risk Factor Study

    Este estudio finlandés, publicado en agosto del 2010, fue el primer estudio prospectivo que reveló una asociación inversa entre el consumo diario de café y la depresión mental.4

  Los autores de la investigación, Ruusunen y colegas,  tras estudiar a 2232 varones (media de 53 años), durante 17 años, observaron que tanto los bebedores ligeros de café (< 375 ml/día) como los grandes bebedores (> 813 ml/d ) experimentaban una sensible reducción del riesgo de depresión severa (49 pacientes hospitalizados): un 72% y un 77%, respectivamente, con respecto a los no bebedores.

   Lo que comprobaron, por primera vez, fue que los varones que consumían más café, superior a 8 tazas diarias (> 813 ml/d), eran los que se beneficiaban con una mayor reducción del riesgo de sufrir depresión grave, de ingreso hospitalario (RR: 0, 23, IC 95%: 0,06-0,83). Aunque también los bebedores moderados (4 a 8 tazas) y ligeros (menos de 4 tazas al día), sufrían menos riesgo de depresión severa: 55% y 72%, respectivamente.

    Sin embargo, no apreciaron que el consumo de té se asociara con una reducción del riesgo de depresión (RR: 1,19; IC 95%: 0,54-2,23).

   Tras ajustar las variables de confusión que podrían aumentar o reducir el riesgo de depresión, comprobaron que los que bebían más café, fumaban más e ingerían menos ácido fólico dietético, déficit vitamínico que se asocia a un aumento del riesgo de esta enfermedad mental. 5 Pues bien, a pesar de ello, el consumo de café no dejó de asociarse con una reducción del riesgo citado.


Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard: The Nurses' Health Study

    La investigación llevada a cabo por miembros de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, publicada en septiembre del 2011 en una revista de prestigio (Archives of Internal Medicine), fue el primer estudio prospectivo que reveló una asociación entre el consumo de café en mujeres y una reducción significativa del riesgo de depresión (2607 casos incidentes). Sin embargo, tanto el café descafeinado como otras fuentes de cafeína diferentes al café no lograron reducir tal riesgo.6

   Los responsables del estudio, Michel Lucas y colegas, después de controlar epidemiológicamente a 50.739 mujeres (63 años de media), durante 10 años, observaron que el riesgo de sufrir depresión fue sensiblemente menor entre las que bebían 2 o 3 tazas diarias de café:  15% menos (RR: 0,85;  IC 95% 0,75-0,95%). Además, la reducción aún fue mayor entre las que bebían 4 o más tazas/día: 20% (0,80 IC 95%: 0,64-099), versus las que consumían 1 o menos cafés / semana.

     El consumo de café se evaluó mediante cuestionario de frecuencia de alimentos (bianualmente), en tanto que el de depresión no fue objetivado por informes de alta hospitalaria, como en los 49 casos graves del estudio finlandés, sino que fue referido por los pacientes. Se entiende que el alto número de diagnósticos de depresión (2607), diagnosticados a partir de los dos primeros años de iniciar el seguimiento, correspondieron a casos de menor gravedad, controlados ambulatoriamente.


          INSTITUTO NACIONAL DEL CANCER EEUU. NIH-AARP Diet and Health Study

     Esta investigación, publicada en abril del 2014 en PLOS ONE, tuvo el mérito de ser el primer estudio prospectivo que reveló una asociación entre el consumo de café y una reducción del riesgo de depresión, tanto en hombres como en mujeres, aunque pareció penalizar a los bebedores de refrescos azucarados, sobre todo, con edulcorantes artificiales, como la sucralosa y la sacarina, pues en ellos aumentó sensiblemente el riesgo de la citada depresión.7

    Los autores de este trabajo, Xuguang Guo, Neal D. Fredman y colegas, tras seguir la evolución de 263.923 personas de ambos sexos (41% mujeres), durante 12 años,  diagnosticaron 11.311 casos de depresión, apreciando una asociación inversa entre el consumo de café (≥4 tazas/d) y el riesgo de depresión (9% de reducción): 0,91 (IC 95%: 0,84-0,98) vs no bebedores.

   Lo que llamó la atención fue observar una ligera reducción del riesgo de depresión entre los que bebían café descafeinado (4 o más tazas/día versus ninguna: HR: 0,88; IC 95%: 0,78-1).

  ¡Ojo! en este estudio, la adición de edulcorantes artificiales al café se asoció con un aumento del riesgo de depresión, aunque no cuando se añadió azúcar o miel.

   Además, los que bebían ≥4 latas/día de refrescos azucarados tenían un 30% más de riesgo de depresión mental que los que no bebían ninguna. RR: 1,30 IC 95: 1,17-1,44.

    Para reducir el sesgo de causalidad inversa, empezaron a registrar los casos de depresión a partir de los cuatro años de iniciado el estudio, por si ya hubiera algún caso de depresión subclínica.


Cortesía Adrián Rodríguez, reputado barista. Nuberu.Valladolid





                      PROYECTO SUN (Seguimiento Universidad de Navarra)

   Este estudio, publicado en septiembre del 2018 en Nutrients, fue el primero que comprobó una asociación inversa entre el consumo de café y la depresión, pero ajustando o controlando una variable de confusión que, por sí sola, reduce significativamente el riesgo de depresión: la Dieta Mediterránea. De esta suerte, pudieron revelar que el café es un factor protector independiente.8

   Los responsables del estudio, liderados por Adela L. Navarro y Miguel Ángel Martínez González, siguieron a  14.413 personas (36 años de media), durante 10 años, al cabo de los cuales observaron una asociación entre el consumo regular de café (al menos 4 tazas/día) y una reducción del 63% del riesgo de depresión (HR: 0,37 IC 95% 0,15-0,95), versus menos de 1 taza diaria, independientemente de consumir o no una Dieta Mediterránea, como antes dijimos. No apreciaron una relación dosis-respuesta.

   También revelaron que el café descafeinado no reducía el riesgo, como previamente se había observado en la muestra de enfermeras de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. En cambio, en la muestra del Instituto Nacional del Cáncer, el consumo de café descafeinado reducía ligeramente el riesgo de depresión.

  Como en los demás estudios longitudinales, el consumo de café fue referido por los miembros de la muestra, contestando un cuestionario de frecuencia de alimentos, en tanto que los nuevos casos de depresión sólo se contabilizaron si los pacientes reunieron dos condiciones: un diagnóstico validado por un médico y la subsiguiente prescripción y toma de antidepresivos.

   También para reducir el sesgo de la causalidad inversa, empezaron a contabilizar los nuevos diagnósticos de depresión a partir de los dos años de iniciada la investigación.


                                                       Metaanálisis

    En las siguientes líneas vamos a analizar dos metaanálisis de estudios epidemiológicos observacionales, que han valorado la asociación entre el consumo regular de café y el riesgo de depresión, el primero, de autoría china; el segundo, de autores italianos y polacos. Ambos, publicados en el 2016.

   En ambos se han incluido los tres estudios prospectivos publicados previamente, el finlandés, del 2010, y los dos estadounidenses, el del 2011, de la Escuela de salud Pública de la Universidad de Harvard, y el del 2014, del Instituto Nacional del Cáncer. Obviamente, el notable estudio español (SUN) no pudo incluirse, por publicarse dos años más tarde.


                     Metaanálisis chino

    Longfei Wang y colegas, tras evaluar 11 estudios observacionales, que incluyeron 330. 677 participantes, constataron que el consumo de café se asoció con una reducción del 25% del riesgo de depresión (RR: 0,75;  IC 95%: 0,62- 0,91).9

   Además, apreciaron una relación dosis-respuesta, esto es, una asociación lineal entre el consumo de café y el riesgo de depresión (14.506 casos de depresión): un 8% de reducción con cada aumento en una taza de café diaria (RR: 0,92; IC 95%: 0,87-0,97).

      Cuando lo que analizaron fue la cafeína apreciaron, tras evaluar 7 estudios observacionales (38.223 participantes), una asociación entre el consumo de cafeína y una reducción del 28% de riesgo de depresión (RR: 0,72; IC 95% 0,52-0,99).

Sin embargo, no apreciaron asociación lineal: el riesgo de depresión se redujo más rápido e intensamente con un consumo de cafeína > 68 mg/d e < 509 mg/d.


                       Metaanálisis italo-polaco

    Poco después, Giuseppe Grossi y colegas, efectuaron un metaanálisis de 12 estudios observacionales (346.913 participantes, con 8.146 casos de depresión), en el que también revelaron una asociación entre un mayor consumo de café y un menor riesgo de depresión: 24% (0,76; IC 95%: 0,64-0,91), versus menor consumo.10

  Sin embargo, ellos no pudieron demostrar una relación dosis-respuesta, sino en J: el mayor efecto protector se observó con un consumo diario de 400 ml de café.


Espresso de café de especialidad (más de 80 puntos en la escala de cata)

 

                                               Café y suicidio

     Cuando la depresión mental alcanza cotas de gran severidad no es inusual que el paciente tenga ideaciones suicidas, que, en demasiados casos acaban prosperando hasta la muerte (autolisis).  Pues bien, diversos estudios observacionales han mostrado una relación inversa entre café y suicidio. Veámoslos.


       Estudio pionero

   En marzo de 1996, miembros de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, efectuaron el primer estudio prospectivo sobre el tema, con resultados esperanzadores para las amantes del café. Empleo el género femenino porque la muestra estaba constituida exclusivamente por mujeres, la famosa cohorte de enfermeras.

   Pero ¿qué fue lo que realmente observaron? Pues después de estudiar a 86.626 mujeres, durante 10 años, observaron una asociación entre el consumo de café y una notable reducción del riesgo de depresión: 66%, con 2-3 tazas diarias; 58%, con ≥4 tazas diarias, con respecto a las no bebedoras. 11

 

     Café, cafeína y suicidio. Resultados de tres grandes estudios prospectivos

     Hubo que esperar casi 20 años para disponer de otra excelente investigación sobre el tema,  que también fue llevada a cabo por miembros de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.

    Efectivamente, Michel  Lucas y colegas, en julio del 2013, revelaron, tras evaluar a 43,599 varones (The Health Professionals Follow-up Study:HPFS, 1988–2008), 73,820 mujeres (The Nurses’ Health Study: NHS, 1992–2008), y otras 91,005 mujeres ( The NHS II ;1993–2007),  una asociación entre el consumo de café y una disminución del riesgo de suicidio (277 casos).

 

   Exactamente, ellos mostraron que consumos de 2-3 tazas diarias de café se asociaron con una reducción del 45% del riesgo de suicidio (RR: 0,55, IC 95%: 0,38-0,78), en tanto que la reducción fue del 53% para los que bebían ≥ 4 tazas diarias  (RR: 0,47 IC 95%: 0,27-0,81; p < 0.001), con respecto a los que bebían ≤ 1 taza semanal.12

 

 

  

                Estudio coreano: Relaciones entre el consumo de café y la ideación suicida

    En junio del 2019, se publicó en una revista especializada (Journal of Affective Disorders) un estudio observacional coreano que versó sobre este aspecto, con resultados fructíferos para los que disfrutan bebiendo café.

   Los responsables de esta investigación, Park H y colegas, tras análizar  una cohorte de 80.173 personas (The Kangbuk Samsung Cohort Study) revelaron, tras ajustar los principales factores de confusión, una asociación entre un consumo de 1-4 tazas diarias de café, en mujeres, y una reducción significativa del riesgo de suicidio. Sin embargo, no observaron lo mismo en varones.

 


                                                 Hipótesis plausibles

     A la luz de los conocimientos científicos recientes, el efecto antidepresivo asociado con el consumo regular de café parece deberse a la acción conjunta de la cafeína y los antioxidantes que contiene el café. Aunque la presencia de la primera es crucial en el efecto neuroprotector exhibido por esta bebida universal, su sola acción no parece suficiente, pues también se requiere el efecto antioxidante y antiinflamatorio de los polifenoles (ácido clorogénico, ácido cafeico…), flavonoles (quercetina), incluso los diterpenos, cafestol y kawheol.


        Efecto neuroprotector de la cafeína

    El efecto antidepresivo y, en general, neuroprotector de la cafeína es atribuible a que se opone a la acción de la adenosina A2 por ser un antagonista de sus receptores, impidiendo, así, que esta última sustancia inhiba la neurotransmisión dopaminérgica y serotoninérgica. En consecuencia, tanto la concentración de serotonina como de dopamina, reconocidos estimulantes, no se vería mermada, sino al contrario.14-16

   Además, también se ha observado que la cafeína aumenta la plasticidad de las neuronas CA2 del hipocampo. 17

      

        Efecto antioxidante del café

      Los significativos efectos antiinflamatorios y antioxidantes exhibidos por el café podrían neutralizar la inflamación de bajo grado que opera en la depresión mental.18

      Pero ¿a qué se atribuyen los efectos antioxidantes y antiinflamatorios del café? Pues a su riqueza en polifenoles, como el ácido clorogénico y ácido cafeíco, flavonoides, como la quercetina, además de las melanoidinas y, sobre todo, los fenilindanos19  y del pirocatecol, obtenidos durante el tueste, de mayor potencia antioxidante. Por otra parte, los diterpenos del café, el cafestol y el kawheol, tienen relevantes efectos antiinflamatorios.

   Actualmente sabemos que la reducción de la tasa de muerte total y específica por las enfermedades más prevalentes (cardiovasculares, ictus, diabetes, cirrosis, ciertos tumores…) atribuible al consumo regular de café, según diversos estudios prospectivos y metaanálisis de los mismos, se observa tanto con café con cafeína como sin ella (descafeinado),20-28 lo que sugiere un verdadero efecto protector atribuible a otros compuestos diferentes a la cafeína, como los citados anteriormente, de notable potencia antioxidante y antiinflamatoria.

   Sin embargo, el efecto neuroprotector del café, reduciendo el riesgo de depresión mental y de las dos enfermedades neurodegenerativas más prevalentes, Parkinson y Alzheimer, requiere forzosamente la presencia de cafeína. Aunque no sola, sino actuando conjuntamente, sinérgicamente, con otros compuestos del café, como el ácido clorogénico y los fenilindanos ya citados.


Consumo de café: reducción de marcadores inflamatorios y aumento de los antiinflamatorios

  En marzo del 2019 se publicó en la revista oficial de la Sociedad Americana de Nutrición (The American Journal of Clinical Nutrition) un estudio cuyos resultados son concordantes con lo mencionado en el punto anterior: el consumo regular de café, tanto con cafeína como descafeínado, se asocia con una relevante reducción de los marcadores biológicos proinflamatorios y con un aumento de los antiinflamatorios.

    Los autores del estudio, miembros de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, estudiaron a integrantes de dos muestras de profesionales sanitarios: 15.551 mujeres (Nurses' Health Study) y 7397 hombres (Health Professionals Follow-Up Study), a los que, antes de proceder a extraerles una muestra de sangre, se les recogió información sobre sus hábitos dietéticos, además de cerciorarse de que no padecían  diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer en el momento de la citada extracción sanguínea.

   La regresión lineal multivariable se utilizó para calcular la diferencia porcentual de concentraciones de biomarcadores, a fin de comparar a los bebedores de café con los no bebedores, después de ajustarse para una variedad de factores demográficos, clínicos y de estilo de vida.

   Pues bien, en comparación con los no bebedores, los participantes que bebieron 4 tazas de café diarias tuvieron concentraciones más bajas de una serie de marcadores verdaderamente proinflamatorios: péptido C, IGFBP-3, estrona, estradiol total, estradiol libre, leptina, CRP, IL-6, receptor de factor de necrosis tumoral soluble (sTNFR-2) . En tanto que se beneficiaron con la presencia en su suero de mayores concentraciones de marcadores antiinflamatorios: globulina de unión a hormonas sexuales (SHBG), testosterona total (7,3% en mujeres y 5,3% en hombres), adiponectina total y adiponectina HMW.

    Estos boyantes resultados se observaron tanto en los que bebieron café íntegro, con cafeína, como en los que bebieron cuatro tazas de descafeinado, lo que confirma el gran efecto saludable de los polifenoles, flavonoles, diterpenos, trigonelina, entre otros compuestos presentes en el café, de reconocido efecto antioxidante y antiinflamatorio.

          Impacto favorable del café en la microbiota intestinal

     Es preciso referir que la microbiota del intestino grueso es uno de los ecosistemas más habitados del planeta, pues alberga unos 10 billones de bacterias más sus correspondientes bacteriófagos (virus que perviven en su interior), por lo que actualmente se la está identificando como un órgano independiente, con variadas funciones.

       Desde hace unos años se están publicando numerosos estudios científicos que muestran cuán importante es mantener una flora bacteriana saludable, que contribuya a reforzar la barrera intestinal evitando el paso al torrente sanguíneo de numerosos tóxicos y endotoxinas, netamente proinflamatorias, producidas por bacterias patógenas, que podrían aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares (eje microbiota intestino-corazón), neurodegenerativas y mentales (eje microbiota - intestino-cerebro), intestinales crónicas (eje intestino-intestino).

   Así, cuando hay una disbiosis o empobrecimiento de la microbiota intestinal se ha observado una mala modulación de la respuesta al estrés, de la función inmune, así como de la neurotransmisión y neurogénesis.30

      Pues bien, a finales de octubre del 2019, en el curso del Congreso Nacional de Gastroenterología, celebrado en San Antonio (Texas), organizado por el Colegio Americano de Gastroenterología, dos investigadores revelaron que un mayor consumo de café (cuando menos, 82,9 mg diarios de cafeína, o sea, un espresso o más) se asocia con una flora microbiana intestinal más rica (Odoribacter, Dialister, Fusicatenibactor, Alistipes, Blautia y varias cepas de Lachnospiraceae) y saludable, con aumento de la concentración de bacterias con marcado carácter antiinflamatorio (Faecalibacterium y Roseburia)  y reducción de algunas bacterias dañinas (Erysipelatoclostridium ramosum), netamente proinflamatorias, con respecto a los que consumían una cantidad diaria inferior (<82,9 mg/cafeína).31

   A esta conclusión llegaron tras efectuar 97 biopsias de mucosa intestinal mediante la realización de colonoscopia a 34 participantes. La identificación bacteriana se efectuó con métodos microbiológicos fiables y rigurosos (estudio del ADN bacteriano y secuenciación del rRNA, 16 segundos).

    De esta forma, los consumidores habituales de café podrían tener una microbiota intestinal más diversa y saludable, que contribuiría a reducir la inflamación de bajo grado que opera en las enfermedades más prevalentes, incluida la depresión mental.

      Concordante con esto último se sabe que el trasplante de microbiota intestinal de pacientes con depresión a ratones carentes de microbiota se asoció con comportamientos similares a la depresión mental en comparación con el trasplante y colonización de “microbiota saludable”, procedente de personas sanas (controles sanos).32

    Hay que destacar que el efecto protector de la microbiota asociado al consumo de café ya se había observado en estudios anteriores, como los llevados a efecto por Jaquet y colegas, que revelaron (2009) cómo beber 3 tazas diarias de café, durante tres semanas, se vinculaba con un aumento de la actividad y concentración intestinal de especies bacterianas altamente saludables, como las de Bifidobacterium, en las 16 personas que participaron en el estudio. 33

   Más tarde, en mayo del 2020, se publicó un trabajo, llevado a efecto por miembros de la Universidad de Oviedo en el que se abunda en tales hechos, pues observaron un aumento de saludables bacterias intestinales (Bacteroides-Prevotella-Porhyromonas) en los bebedores de café, con respecto a los no bebedores. 34



     En fin, a la luz de los conocimientos científicos actuales, el consumo diario de café es un estilo de vida tan saludable como la práctica de actividad física y una dieta a base de productos frescos y de temporada, como la Dieta Mediterránea, pues todos ellos contribuyen no sólo a reducir el riesgo de depresión mental, sino también a disminuir las tasas de muerte total y específica por las principales causas de enfermar y morir en el mundo.

                                                                                   Dr. Félix Martín


Bibliografía:

1.      World Health Organization. Depression fact sheet 2018 [Available from: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs369/en/.

2.      Disease GBD, Injury I, Prevalence C. Global, regional, and national incidence, prevalence, and years lived with disability for 328 diseases and injuries for 195 countries, 1990-2016: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2016. Lancet. 2017;390:1211–59.

3.      World Health Organization. Mental health in the workplace 2017 [Available from: http://www.who.int/mental_health/world-mental-health-day/2017/en/.

4.      Coffee, tea and caffeine intake and the risk of severe depression in middle-aged Finnish men: the Kuopio Ischaemic Heart Disease Risk Factor Study. Public Health Nutrition . Volume 11, issue 8, August 2010. Anu Ruusunen , Soili M Lehto , Tommi Tolmunen , Jaakko Mursu 

5.       Tolmunen T. Hinnkla J. Ruusune A et al (2004). Dietary folate and the risk of depression in Finnish middle-aged men. A prospective follow-up study. Physichoter Psychosom 73. 334-359.

6.       Coffee, Caffeine, and Risk of Depression Among Women. Michel Lucas, PhD, RDFariba Mirzaei, MD, MPH, ScDAn Pan, PhD; et alOlivia I. Okereke, MD, SMWalter C. Willett, MD, DrPHÉilis J. O’Reilly, ScDKarestan Koenen, PhDAlberto Ascherio, MD, DrPH . Arch Intern Med. 2011;171(17):1571-1578. doi:10.1001/archinternmed.2011.393. Sep 26, 2011

7.      Sweetened Beverages, Coffee, and Tea and Depression Risk among Older US Adults.  PLOS ONE april 2014. Xuguang Guo,Yikyung Park,Neal D. Freedman, Rashmi Sinha, Albert R. Hollenbeck,Aaron Blair, Honglei Chen. 

8.       Coffee Consumption and the Risk of Depression in a Middle-Aged Cohort: The SUN Project.  Nutrients. sept. 2018.  Adela M. Navarro... Miguel Angel Martínez González

9.       Coffee and caffeine consumption and depression: A meta-analysis of observational studies Longfei Wang, Xiaoli Shen, Yili Wu and Dongfeng Zhang. Australian & New Zealand Journal of Psychiatry 2016, Vol. 50(3) 228–242 DOI: 10.1177/0004867415603131

10.   Coffee, tea, caffeine and risk of depression: A systematic review and dose–response meta‐analysis of observational studies. Molecular Nutrition Food Research. Jan 2016.

Giuseppe Grosso , Agnieszka Micek , Sabrina Castellano , Andzrej Pajak , Fabio Galvano.

11.    March 11, 1996. JAMA. A Prospective Study of Coffee Drinking and Suicide in Women

Ichiro Kawachi, MDWalter C. Willett, MDGraham A. Colditz, MD; et alMeir J. Stampfer, MDFrank E. Speizer, MD.

12.    Coffee, caffeine, and risk of completed suicide: Results from three prospective cohorts of American adults

Michel Lucas,Eilis J. O’Reilly,An Pan,Fariba Mirzaei,Walter C. Willett,Olivia I. Okereke & show all. Pages 377-386 | Received 29 Oct 2012, Accepted 22 Mar 2013, Published online: 02 Jul 2013

13.   .2019 Sep 1;256:468-472. doi: 10.1016/j.jad.2019.06.023. Epub 2019 Jun 22.

Relationship between daily coffee intake and suicidal ideation. Journal of Affective Disorders. Park HSuh BSLee K.

14.   Morelli M, Carta AR, Kachroo A, Schwarzschild MA (2010) Pathophysiological roles for purines: adenosine, caffeine and urate. Progress in brain research 183: 183-208.

15.    Ferré S. An update on the mechanisms of the psychostimulant effects of caffeine. J Neurochem. 2008, 105 (4): 1067-107918088379.

16.   Ferre S, Ciruela F, Borycz J et al. Adenosine A1-A2 receptor heteromers: new targets for caffeine in the brain. Front Biosci. 2008;13: 2391-239917981720

17.   Simons SB, Caruana DA, Zhao M, Dudek SM (2012). Caffeine-induced synaptic potentiation in hippocampal CA2 neurons. Nature neuroscience 15: 23-25.

18.   Sanchez-Villegas, A.; Martinez-González, M.A. Diet, a new target to prevent depression? BMC Med. 201311, 3.

19.    Front. Neurosci., 12 October 2018. Phenylindanes in Brewed Coffee Inhibit Amyloid-Beta and Tau Aggregation.  Ross S. Mancini, Yanfei Wang

20.   Freedman ND, Park Y, Abnet CC, Hollenbeck AR, Sinha R.  Association of coffee drinking with total and cause-specific mortality. N Engl J Med2012;366:1891–904.

21.   Je Y, Giovannucci E. Coffee consumption and total mortality: a meta-analysis of twenty prospective cohort studies. Br J Nutr 2014;111:1162–73.

 

22.   Association of coffee intake with total and cause-specific mortality in a Japanese population: the Japan Public Health Center-based Prospective Study.

Saito EInoue MSawada NShimazu TYamaji TIwasaki MSasazuki SNoda M1Iso HTsugane S.

23.   Circulation. 2015 Dec 15;132(24):2305-15. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.115.017341.     Epub 2015 Nov 16. Association of Coffee Consumption With Total and Cause-Specific Mortality in 3 Large Prospective Cohorts. Ding MSatija ABhupathiraju SNHu YSun QHan JLopez-Garcia EWillett Wvan Dam RM1Hu FB

 

24.   Association of Coffee Consumption With Overall and Cause-Specific Mortality in a Large US Prospective Cohort Study. Loftfield E, Freedman ND, Graubard BI, Guertin KA, Black A, Huang WY, Shebl FM, Mayne ST, Sinha R. Am J Epidemiol. 2015 Dec 15;182(12):1010-22. doi: 10.1093/aje/kwv146. Epub 2015 Nov 27

25.    Association of coffee consumption with total and cause-specific mortality among nonwhite populations.  Annals of Internal Medicine. 11 July 2017.

26.    Ann Intern Med. 2017 Jul 11. doi: 10.7326/M16-2945. Coffee Drinking and Mortality in 10 European Countries: A Multinational Cohort Study. Gunter MJMurphy NCross AJDossus LDartois LFagherazzi GKaaks RKühn TBoeing HAleksandrova KTjønneland AOlsen AOvervad KLarsen SCRedondo Cornejo MLAgudo ASánchez Pérez MJAltzibar JMNavarro CArdanaz EKhaw KTButterworth ABradbury KETrichopoulou ALagiou PTrichopoulos DPalli DGrioni SVineis PPanico STumino RBueno-de-Mesquita BSiersema PLeenders MBeulens JWJUiterwaal CUWallström PNilsson LMLandberg RWeiderpass ESkeie GBraaten TBrennan PLicaj IMuller DCSinha RWareham NRiboli E

 

27.    Association of Coffee Drinking With Mortality by Genetic Variation in Caffeine MetabolismFindings From the UK Biobank Erikka Loftfield, PhDMarilyn C. Cornelis, PhDNeil Caporaso, MD; et al Kai Yu, PhDRashmi Sinha, PhDNeal Freedman, PhD. JAMA Intern Med. 2018;178(8):1086-1097. doi:10.1001/jamainternmed.2018.2425

 

28.    Coffee consumption and total mortality in a Mediterranean prospective cohort

Adela M Navarro Miguel Á Martinez-Gonzalez Alfredo Gea Giuseppe Grosso José M Martín-Moreno Esther Lopez-Garcia Nerea Martin-Calvo Estefanía Toledo

The American Journal of Clinical Nutrition, Volume 108, Issue 5, 1 November 2018, Pages 1113–1120. 23 November 2018

 

29.    Coffee consumption and plasma biomarkers of metabolic and inflammatory pathways in US health professionals. Dong Hang, Ane Sørlie Kværner, Wenjie Ma, Yang Hu, Fred K Tabung, Hongmei Nan, Zhibin Hu, Hongbing Shen, Lorelei A Mucci, Andrew T Chan,  Edward L Giovannucci, Mingyang Song. The American Journal of Clinical Nutrition, Volume 109, Issue 3, March 2019, Pages 635–647

30.   Marx W, Moseley G, Berk M, Jacka F. Nutritional psychiatry: the present state of the evidence. Proc Nutr Soc 2017, 76: 427-36.

31.   Coffee drinkers have healthier gut microbiotas, Medical News Today. October 30. 2019

32.   Gut microbiome remodeling induces depressive-like behaviors through a pathway mediated by the host´s metabolism. Zheng P, et al. Mol Psychiatry, 2016.

33.    Jaquet M, Rochat I, Moulin J, Cavin C, Bibiloni R. Impact of coffee consumption on the gut microbiota: a human volunteer study. Int J Food Microbiol 2009; 130: 117–21.

    34.  Long-Term Coffee Consumption is Associated with Fecal Microbial Composition in Humans by  Sonia González, Nuria Salazar, Sergio Ruiz Saavedra, María Gómez Martín, Clara G. de los Reyes Gavilán and Miguel Gueimonde. Nutrients 2020, 12 (5), 1287, 1 May 2020.





14

 

 









CONSUMO REGULAR DE CAFÉ E HIPERTENSIÓN ARTERIAL: ROMPAMOS PREJUICIOS Y DOGMAS

 

Cortesía Jorge Fabra, maestro barista, preparando café con la Sifón

    Hallazgos científicos recientes están revelando que el consumo regular de café no se asocia con un aumento del riesgo de hipertensión arterial, sino al contrario, tiende a reducirlo, lo que unido a un manifiesto efecto cardiovascular protector, con disminución tanto de la tasa de muerte  específica por procesos cardiovasculares, cuanto del riesgo de desarrollarlos (prevención primaria), hacen muy aconsejable su ingesta regular, unas 4 a 5 tazas diarias.

       En las siguientes líneas vamos a conceptuar y a valorar la importancia de la hipertensión arterial.

 

               Concepto de hipertensión arterial

      Según la guía de manejo de hipertensión arterial de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) y de la Sociedad Europea de Hipertensión(ESH), publicada en agosto del 2018 en European Heart Journal, se considera que una persona tiene hipertensión arterial cuando su presión arterial sistólica es igual o superior a 140 mmHg o/y su presión arterial diastólica es igual o superior a 90 mmHg,111. Esto es, mantiene la misma definición que en guías precedentes,2 a pesar de que en noviembre del 2017, la guía americana redujera sensiblemente tales cifras, pues consideró hipertensas a las personas con cifras > 130/80 mmHg,3 lo que suscitó el subsiguiente debate.

 

          Importancia de la hipertensión arterial

    La hipertensión arterial es una enfermedad muy importante porque es muy frecuente, comporta una alta gravedad y mortalidad, por ser un gran factor de riesgo de procesos cardiovasculares (coronariopatías e ictus, entre otros) y por causar directamente procesos en ciertos órganos dianas (retina, corazón, riñón y vasos sanguíneos), además de comportar un extraordinario coste directo e indirecto.

   Según el riguroso y fiable estudio Di@bet.es, la prevalencia de hipertensión arterial en España es muy alta,  pues la sufren el 42,6% de la población adulta  de edad ≥ 18 años, más los varones (49,9%) que las mujeres (37,1%). Además se observó un notable infradiagnóstico, dado que el 37,4% de los hipertensos aún no lo saben. 4

   En este estudio también llamó la atención la gran prevalencia de hipertensión arterial entre los prediabéticos (67,9%) y diabéticos (79,4%), muchos con sobrepeso u obesidad, de forma que  estos reconocidos factores de riesgo cardiovascular parecen aliarse para incrementar el riesgo y muerte por infartos de miocardio e ictus.

    Otro hallazgo de este excelente estudio epidemiológico fue que el grado de control de hipertensión arterial deja mucho que desear, pues sólo el 30% de los hipertensos están bien controlados. Por todo ello, consideran crucial desarrollar y promocionar campañas poblacionales de prevención, detección y tratamiento de la hipertensión arterial.

 

   A continuación, vamos a efectuar un recorrido por los estudios científicos más relevantes que han estudiado la asociación entre el consumo regular de café y el riesgo de hipertensión arterial.

 

          Consumo regular de cafeína y riesgo de hipertensión arterial en mujeres

   Empezaremos con un notable estudio prospectivo, el efectuado por miembros de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, publicado en noviembre del 2005 (JAMA), en el que, tras estudiar a 155 594 enfermeras, durante 12 años, comprobaron que el consumo regular de café no se asociaba con un incremento del riesgo de hipertensión arterial, sin embargo, las bebidas con cola, azucarada o no, lo aumentaban significativamente. 5

        

Revisión y metaanálisis de estudios observacionales y experimentales

     En diciembre del 2012 se publicó en Journal of Hypertension una revisión exhaustiva y metaanálisis de estudios de cohorte y experimentales que habían versado sobre el tema. Tras analizar 610 estudios epidemiológicos, seleccionaron 15, los que reunían los estrictos criterios de calidad y rigor científica establecidos , 10 experimentales y 5 de cohorte o prospectivos.

   Pues bien, los responsables de esta investigación, Steffen y colegas, de la prestigiosa Clínica Mayo, de Rochester, Minnesota (USA), no hallaron ninguna asociación estadísticamente significativa entre el consumo de café y el riesgo de hipertensión arterial, por lo que concluyeron su estudio afirmando: “Dada la calidad de la evidencia actualmente disponible, no se puede hacer una recomendación a favor o en contra del consumo de café en relación con la presión arterial y la hipertensión”.6

  

     Repercusión de este metaanálisis en la Guía Europea de Manejo de Hipertensión arterial del 2013

    Las conclusiones de este análisis de miembros de la citada Clínica Mayo fueron tenidas en cuenta en la elaboración de la Guía de Manejo de Hipertensión del año siguiente, pues al llegar al apartado de estilos de vida deseables, tanto para prevenir la hipertensión cuanto para tratarla, dejó de considerarse al café como un factor de riesgo, pues prácticamente transcribieron la misma afirmación de Steffen y colegas, antes mencionada.2

 


     Metaanálisis dosis-respuesta multinacional

    En agosto del 2017 se publicó en Nutrients un excelente metaanálisis dosis-respuesta de estudios observacionales, de carácter multinacional, pues participaron investigadores polacos, estadounidenses, italianos y españoles.

    Tras analizar los estudios epidemiológicos observacionales de carácter prospectivo más rigurosos, publicados hasta noviembre del 2016, seleccionaron 7 cohortes, que incluyeron 205.349 individuos y 44.120 casos de hipertensión. En el análisis no lineal, hubo una disminución significativa en el riesgo de hipertensión, un 9%  por siete tazas de café al día, mientras que, en la asociación lineal de dosis y respuesta, hubo una disminución del 1% en el riesgo de hipertensión por cada taza adicional de café por día.

   Estos resultados sorprendieron porque, por primera vez, el consumo de café pasó de exhibir un efecto neutro, según estudios anteriores, a un verdadero efecto protector de hipertensión arterial. Algo impensable hasta entonces.

  Cuando se procedió a analizar diversos subgrupos y variables de confusión, observaron que el tabaquismo activo debilitaba estos resultados, pues atenuaba el efecto protector del café sobre el lecho arterial. Dado que una parte importante de los bebedores habituales de café suelen ser también grandes fumadores, resulta crucial controlar bien esta variable de confusión, pues si no, puede falsear los resultados.

  También llamó la atención que los resultados más boyantes se obtuvieron en mujeres y en los estudios de EEUU, de duración y seguimientos mayores.

   Los responsables de este estudio atribuyeron los mayores beneficios del café en mujeres al hecho de que eran menos fumadoras que los varones.

   Una limitación en los artículos incluidos en este estudio es la falta de información sobre el tipo de café usado (por ejemplo, hervido, filtrado, etc.) y sobre la cantidad real de café usado en una taza. El tipo de café consumido por las cohortes de EE. UU podría ser diferente a la de los estudios europeos, al igual que la cantidad de café contenido en cada taza.

    Sin embargo, en comparación con los metaanálisis anteriores, este estudio incluyó una muestra más grande (39.078 individuos adicionales y 8257 casos incidentes más de hipertensión), un análisis de dosis-respuesta y pruebas para controlar posibles factores de confusión.

      

            

   Metaanálisis dosis-respuesta (café-hipertensión arterial) de estudios prospectivos de autores italianos

   En diciembre del 2017, se publicó en European Journal of Nutrition otro metaanálisis de estudios prospectivos que tuvo por objetivo evaluar una posible asociación entre el consumo regular de café y el riesgo de hipertensión, con resultados francamente favorables para los amantes del café. [7] 

    Lanfranco D’ Elia y colegas, de la universidad de Nápoles, tras seleccionar cuatro estudios de cohorte, que aportaron 196.256 participantes de los que 41.184 fueron diagnosticados de hipertensión arterial durante el seguimiento, comprobaron que el consumo diario de una a dos tazas de café no se asociaba con un aumento del riesgo de hipertensión arterial. Además, se halló un efecto protector del café a partir de la ingesta de tres tazas diarias (RR = 0,97, IC del 95% = 0,94 a 0,99).

 

Otro metaanálisis dosis-respuesta de estudios prospectivos (autoría china)

  En enero del 2018 se publicó otra revisión exhaustiva y metaanálisis dosis-respuesta de estudios de cohorte. [8] 

   Los autores, Chen Xie y colegas, seleccionaron 10 estudios (de PubMed y Embase), que incluyeron 243.869 individuos y 58.094 casos incidentes de hipertensión arterial.

   Tras el correspondiente análisis, observaron que el consumo regular de café se asocia inversamente con el riesgo de hipertensión, también con una evidente relación dosis-respuesta: un 2% de reducción del riesgo con cada taza adicional de café consumido (RR: 0,98; IC 95%: 0,95-0,99). Esto es, un 3% para dos tazas [0.97 (95% CI 0.95–0.99)]; un 5% de disminución cuando se consumen 4 tazas diarias de café [ 0.95 (95% CI 0.91–0.99)]; un 8% de reducción con 6 tazas [ 0.92 (95% CI 0.87–0.98)]; y un 10%, con 8 tazas bebidas diariamente [ 0.90 (95% CI 0.83–0.97)].

       De nuevo, mostramos otra revisión de estudios prospectivos que no sólo no aprecia un aumento del riesgo de hipertensión arterial por consumir café, sino una verdadera reducción o, al menos, una asociación inversa, dosis-respuesta, o sea, un mayor consumo de café se asocia con un menor riesgo de hipertensión.

    Estudio prospectivo de autoría española

     En diciembre del 2017 se publicó en Clinical Nutrition, revista oficial de la sociedad Europea de Metabolismo y Nutrición clínica, el primer estudio prospectivo sobre la relación entre el consumo regular de café y la hipertensión arterial efectuado en una población mediterránea, de edad media, la correspondiente a la cohorte SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), constituida por graduados universitarios . [9] 

    Los autores del estudio, liderados por Miguel Ángel Navarro, estudiaron a 13.374 personas durante 9 años, al cabo de los cuales observaron que el consumo de café con o sin cafeína no se asoció significativamente con un aumento del riesgo de hipertensión arterial entre los 1575 participantes que  se tornaron hipertensos durante el tiempo de seguimiento. 

   Estos investigadores observaron un efecto protector del café sólo entre las mujeres,  dado que las que consumían dos o más tazas diarias de café se beneficiaban con una reducción del 26%  del riesgo de hipertensión versus las que no lo consumían, hallazgo ya observado en algún estudio previo. [10]

   Aunque lo más sorprendente de este estudio fue apreciar una mayor reducción del riesgo de hipertensión arterial entre las que se adherían menos a la Dieta Mediterránea: 42% de disminución (HR ≥ 2 tazas diarias versus ninguna: 0.58, 95% CI (0.41–0.82).

  Más evidencias

   En febrero 2021, se publicó un estudio prospectivo que reveló, tras seguir a 15.105 brasileños, durante 4 años, una asociación inversa entre el consumo de café (1-3 tazas diarias) y la hipertensión arterial exclusivamente en los nunca fumadores, (RR 0.79, 95% CI: 0.64-0.98). Datos que sugieren una relevante reducción del riesgo de hipertensión arterial: 21%, con el consumo de 1 a 3 tazas diarias. [11]

   Incluso en mujeres embarazadas el consumo regular de café no parece incrementar el riesgo de hipertensión arterial, sino al contrario, a tenor de lo reflejado en un estudio prospectivo, publicado en Nutrients en enero del 2021. [12]

  Efectivamente, tras estudiar a 85.533 mujeres embarazadas, observaron que 2 o más tazas diarias de café reducen significativa/ el riesgo de hipertensión arterial versus no bebedoras de café, en tanto que la cafeína lo elevaba ligeramente.

 

         ¿Cómo es que otros estudios revelaron una asociación entre café e hipertensión arterial?

     Aunque algún añejo metaanálisis de estudios experimentales de corta duración (de 1 a 12 semanas) ha apreciado que el consumo de altas dosis de cafeína (≥410 mg/día) podría elevar las cifras de presión arterial (2,04 mmHg de presión sistólica y 0,73 mmHg de diatólica), cuando el evaluado era el café (5 tazas diarias) se diluía o minimizaba la elevación de la presión arterial (1,22 mmHg de presión sistólica y 0,49 de diastólica),  con respecto al consumo de café descafeinado o al no consumo. [13] Ya entonces (2005) sospecharon que en la composición del café existían otros compuestos químicos que parecían neutralizar el efecto hipertensivo de la cafeína.

     Sin embargo, no existen estudios experimentales prospectivos prolongados, de años de seguimiento, que corroboren tal hecho.

   En cambio, sí existen bastantes estudios observacionales prospectivos de larga duración y metaanálisis de los mismos que aprecian un efecto neutro o incluso protector del café, con reducción dosis-respuesta del riesgo de hipertensión arterial, como hemos visto en este contenido. Son muy pocos los estudios, relativamente recientes, que no sean concordantes con este hecho, [14] casi siempre en evaluaciones de corta duración.

   De todas formas, un reciente estudio de aleatorización mendeliana (los que pretenden evitar los factores de confusión y la causalidad inversa) no ha hallado causalidad entre consumo regular de café y aumento riesgo hipertensión arterial (efecto neutro). Sin embargo, el alcohol, la obesidad y el insomnio incrementan el riesgo de hipertensión (causalidad). [15]

  

          ¿Por qué el consumo regular de café no parece aumentar el riesgo de hipertensión arterial y sí ejercer un efecto protector?

     Pues la riqueza del café en compuestos fenólicos se ha considerado el principal factor responsable de los efectos beneficiosos sobre la presión arterial mencionados anteriormente [16]. Los compuestos más estudiados son los ácidos clorogénicos, incluidos los metabolitos del ácido ferúlico, el ácido cafeico y el ácido quínico, que se ha informado que ejercen efectos antihipertensivos en estudios experimentales [17].

   Los principales mecanismos de acción se basan en la actividad antioxidante del ácido clorogénico, a través de su inhibición de la expresión y actividad de la NAD (P) H oxidasa y mediante la eliminación directa de los radicales libres [18].

   Además, se ha revelado que el ácido clorogénico estimula la producción de óxido nítrico por las células endoteliales, o sea, las de la íntima arterial, lo que sugiere que la integridad vascular, en particular el endotelio intacto, es esencial para que aquél exhiba un efecto reductor de la presión arterial [19,20].

    El hecho de que el ácido clorogénico sea capaz de incrementar la biodisponibilidad del óxido nítrico y de reducir el estrés oxidativo parece ser decisivo para inhibir la proliferación de músculo liso de los vasos sanguíneos y, por ende,  mitigar el engrosamiento y rigidez pared arterial, propio de la arteriosclerosis, así como a reducir la actividad de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) que, al bloquear al sistema renina-angiotensina-aldosterona, conseguiría reducir las cifras de presión arterial. [ 21-23].

     Acorde con ello, desde hace décadas empleamos fármacos para controlar la presión arterial, merced a su capacidad de inhibir a la citada enzima conversora de la angiotensina (IECA).

   Por otra parte, la gran presencia en el café de minerales y vitaminas  capaces de reducir las cifras de presión arterial, como el potasio, el magnesio, la vitamina E y la niacina,  se sumaría al efecto favorable de sus polifenoles. [16 y 24] 

    Aunque los hallazgos más prometedores se han publicado en febrero y junio del 2020 [25,26] y marzo 2022. [27)

     Se trata de varios estudios que han constatado efectos antioxidantes, antiinflamatorios, desintoxicantes y reparadores de anomalías del ADN por parte de una serie de productos obtenidos durante el tueste, sobre todo, el pirocatecol. Todo ello, gracias a su capacidad de activar factores de transcripción beneficiosos y saludables (factor eritroide nuclear 2) que potencian la síntesis de proteínas (enzimas) responsables de los efectos citados, en tanto que inhiben a factores de transcripción proinflamatorios (factor nuclear Kappa B: NFkB), reduciendo, así, potentes moléculas proinflamatorias como la IL-6, factor necrosis tumoral alfa (TNF-alfa).

    Es probable que estos mecanismos sean responsables, en parte, de la mejora de la función endotelial y de la elasticidad arterial mostrada por el café (consumo regular), observada en estudios observacionales y experimentales, que al reducir la rigidez arterial (arteriosclerosis) también contribuirían a reducir el riesgo de hipertensión, además de disminuir el riesgo cardiovascular global. [28-30]

   ¿Qué aconseja la actual guía europea de manejo de hipertensión arterial (2018)?

     En el apartado de cambios de estilos de vida para la prevención y tratamiento de la hipertensión arterial, al llegar al punto del café refieren textualmente: “Aunque la cafeína ha mostrado que tiene un efecto presor agudo, el consumo de café, en cambio, se asocia con beneficios cardiovasculares, como se desprende de una revisión sistemática de estudios de cohorte prospectivo, que incluyó más de 1 millón de participantes y 36.352 eventos cardiovasculares”. [1] 

     Pero ¿a qué revisión se refieren? Pues a la que se publicó en Circulation, en febrero del 2014,  efectuada conjuntamente por miembros de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard e investigadores de la Universidad Nacional de Singapur. [31] 

       Los autores de esta investigación, tras revisar 36 estudios de cohorte,  con una gran muestra de participantes (1 283 685), comprobaron que el consumo moderado de café se asoció con una reducción del riesgo de procesos cardiovasculares e ictus: un 15% con 3 a 5 tazas al día (RR: 0,85 IC 95%: 0,80-090); un 11% para un consumo medio de 1,5 tazas/día. Sin embargo esta asociación inversa no es lineal, pues con 6 o más tazas de café diarias no se observó descenso del riesgo, aunque tampoco aumentó.

       Más estudios que han revelado un efecto saludable del café, global y cardiovascular

      No obstante, después de esta revisión y metaanálisis referido en la actual guía europea de hipertensión arterial, se han publicado, a lo largo de sucesivos años, numerosos estudios prospectivos y metaanálisis que han comprobado un relevante efecto cardiovascular del café [32-49), cuyo análisis será motivo de otro artículo de este blog.

        Espaldarazo de la Sociedad Internacional de Hipertensión Arterial

   La guía de la Asociación Internacional de Hipertensión Arterial del 2020 (mayo 2020) incluye, por primera vez, al café como una bebida saludable, de efecto antihipertensivo, citando un metaanálisis (2018), antes referido: 2% reducción riesgo/ taza café adicional. [50].

    A continuación, plasmo un vídeo sobre el efecto antihipertensivo del café, elaborado hace dos años, antes de que la propia Sociedad Internacional de Hipertensión Arterial aconsejara beber café como una medida de efecto antihipertensivo. En él refiero una parte de lo aquí comentado.


     Antes de concluir este contenido me gustaría explicar un concepto más y referir un sueño personal.

   ¿Qué tal con cafés de especialidad preparados por baristas?

    Si estos boyantes resultados se han obtenido con cafés convencionales, me pregunto qué sucedería si los empleados y valorados fueran cafés de especialidad tostados y preparados por baristas.  Además de disfrutar de una delicadeza y exquisitez desconocida para el común de los mortales, posiblemente sus efectos saludables también serían mayores. Algo que habrá que demostrar alguna vez.

Cortesía de Jairo, brillante barista. Primero Café. Gijón


     Pero ¿qué es un café de especialidad?

    Los cafés de especialidad son los que obtienen una calificación superior a 80 puntos (en una escala de 100) mediante una Cata realizada por catadores certificados (Q Greader) por el Instituto Nacional del Café (Coffee Quality Institute).

    Estos cafés especiales ( variedad arabica) se distinguen por su exquisito sabor, su profundo y agradable aroma y por la ausencia de defectos. El proceso para obtenerlos es harto complejo, dado que deben optimizarse todas las fases de la producción: origen, recolección, secado, tueste y la preparación final.

                                              

    Según mi criterio, para conseguir tal optimización es crucial que sean baristas los que tuesten y preparen el café, los auténticos expertos del tema, certificados por la Sociedad de Cafés de Especialidad ( Specialty  Coffee Association: SCA), a los que califico como magos del café, verdaderos proveedores de salud porque con sus excelentes preparaciones de café contribuyen a incrementar nuestro nivel de salud.

    Uno de mis sueños es vivir la experiencia de cafetear, esto es, degustar exquisitos cafés de especialidad, preparados y servidos por baristas, distribuidos por las cafeterías de cualquier ciudad española, brindando con la taza (ristreto, espreso…) o en copa de vidrio (infusionados en cafeteras con filtro de papel, como la Chemex, la V 60 o la aeroprés) a la salud de todos.  A mi entender, ésta sería la mejor forma de alternar, pues incrementaría nuestra salud en su triple dimensión: física, mental y social.


    En fin, con este contenido he pretendido desmontar el dogma que atribuye al café un efecto hipertensor. Como hemos visto, el consumo regular de esta bebida universal en vez de elevar las cifras de presión arterial parece reducirlas, además de asociarse a una reducción de la tasa de muerte total y específica por procesos cardiovasculares, entre otras enfermedades crónicas.  

Bibliografía:

1.    1.  Williams B, Mancia G, Spiering W, et al. 2018 ESC/ESH Guidelines for the management of arterial hypertension of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Society of Hypertension (ESH). Eur Heart J. 2018. 39;3021-3104

2.      2. Mancia G, Fagard R, Narkiewicz K, et al. 2013 ESH/ESC Guidelines for the management of arterial hypertension: the Task Force for the Management of Arterial Hypertension of the European Society of Hypertension (ESH) and of the European Society of Cardiology (ESC). Eur Heart J. 2013;34:2159-1219.

3.      3.  Whelton PK, Carey RM, Aronow WS, et al. 2017 ACC/AHA/AAPA/ABC/ACPM/AGS/ APhA/ASH/ASPC/NMA/PCNA Guideline for the Prevention, Detection, Evaluation, and Management of High Blood Pressure in Adults: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical Practice Guidelines. Hypertension. 2018;71:e13-e115.

4.      4.  EdelmiroMenéndez, ElíasDelgado, FranciscoFernández-Vega, Miguel A.Prieto, ElenaBordiú,AlfonsoCalle,RafaelCarmena, LuisCastaño, MiguelCatalá, JosepFranch, SoniaGaztambide, JuanGirbés, AlbertGoday, RamónGomis AlfonsoLópez-Alba María TeresaMartínez-Larrad InmaculadaMora-Peces EmilioOrtegahttps://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S030089321600035X - ! Prevalencia, diagnóstico, tratamiento y control de la hipertensión arterial en España. Resultados del estudio Di@bet.esPrevalence, Diagnosis, Treatment, and Control of Hypertension in Spain. Results of the Di@bet.es Study. Revista Española de Cardiología. Volume 69, Issue 6, June 2016, Pages 572-578

5.      5. Habitual Caffeine Intake and the Risk of Hypertension in Women. Wolfgang C. Winkelmayer, MD, ScDMeir J. Stampfer, MD, DrPHWalter C. Willett, MD, DrPH; et alGary C. Curhan, MD, ScD. JAMA. 2005;294(18):2330-2335. doi:10.1001/jama.294.18.2330

6.     6.  J Hypertens. 2012 Dec;30(12):2245-54. doi: 10.1097/HJH.0b013e3283588d73.The effect of coffee consumption on blood pressure and the development of hypertension: a systematic review and meta-analysis. Steffen M1, Kuhle C, Hensrud D, Erwin PJ, Murad MH.

7.     7.  Lanfranco D’ Elia, Ferruccio Galletti, Luca Scalfi, Pascuale Strazzullo.  Coffe consumption and risk of hypertension: a dose-response meta-analysis of prospective studies. European Journal of Nutrition. February 2017, Volume 58, issue 1, pp 271-280.

8.     8.  Coffee consumption and risk of hypertension: a systematic review and dose–response meta-analysis of cohort studies. Chen Xie, Lingling Cui, Jicun Zhu, Kehui Wang, Nan Sun & Changqing Sun , Journal of Human Hypertensionvolume 32, pages83–93 (2018

9.     9.  Navarro AMMartinez-Gonzalez MAGea ARamallal RRuiz-Canela MToledo E. Coffee consumption and risk of hypertension in the SUN Project. Clin Nutr. 2017  doi: 10.1016/j.clnu.2017.12.009. Epub 2017 Dec 21.

 

C 10. Coffee consumption and risk of hypertension in the Polish arm of the HAPIEE cohort study. G Grosso. U Stepaniak. M Polak.  A Micek. R Topor-Madry. D Stefler. K Szafraniec & A Pajak. European Journal of Clinical Nutrition volume 70, pages 109–115 (2016).

11.  11.  Coffee consumption and risk of hypertension: A prospective analysis in the cohort study. Clinical Nutrition. Andreia Machado Miranda Published:June 07, 2020.

12.    12, Hypertensive Disorders of Pregnancy in Relation to Coffee and Tea Consumption: The Japan Environment and Children’s Study. Nutrients, 24-01-2021.   

 

13.   13, Blood pressure response to chronic intake of coffee and caffeine: a meta-analysis of randomized controlled trials. Noordzij, Marlies; Uiterwaal, Cuno SPM; Arends, Lidia R Kok, Frans J; Grobbee, Diederick E Geleijnse, Johanna M. Journal of Hypertension: May 2005 - Volume 23 - Issue 5 - p 921–928

14.  14.  Habitual coffee consumption and 24-h blood pressure control in  older adults with hypertension. Lopez-García, Orozco Arbeláez, León-Muñoz LM… Rodriguez Artalejo. Clin Nutr. 2016 Dec; 35(6) 1457-1463.

15.   15. Association of Cardiovascular Risk Factors and Lifestyle  Behaviors with Hypertensión. A Mendelian Randomization Study. Nov. 2020 Sabine Van Cort… Susanna C. Larsson. https://ahajournals.org/doi/10.1161/HYPERTENSIONAHA.120.15761

16.  16.  Godos, J.; Pluchinotta, F.R.; Marventano, S.; Buscemi, S.; Li Volti, G.; Galvano, F.; Grosso, G. Coffee components and cardiovascular risk: Beneficial and detrimental effects. Int. J. Food Sci. Nutr. 2014, 65, 925–936

17.  17.  Zhao, Y.; Wang, J.; Ballevre, O.; Luo, H.; Zhang, W. Antihypertensive effects and mechanisms of chlorogenic acids. Hypertens. Res. 2012, 35, 370–374.

18.  18, Sato, Y.; Itagaki, S.; Kurokawa, T.; Ogura, J.; Kobayashi, M.; Hirano, T.; Sugawara, M.; Iseki, K. In vitro and in vivo antioxidant properties of chlorogenic acid and caffeic acid. Int. J. Pharm. 2011, 403, 136–138.

1919.   Suzuki, A.; Yamamoto, M.; Jokura, H.; Fujii, A.; Tokimitsu, I.; Hase, T.; Saito, I. Ferulic acid restores endothelium-dependent vasodilation in aortas of spontaneously hypertensive rats. Am. J. Hypertens. 2007, 20, 508–513.

2020.   Suzuki, A.; Yamamoto, N.; Jokura, H.; Yamamoto, M.; Fujii, A.; Tokimitsu, I.; Saito, I. Chlorogenic acid attenuates hypertension and improves endothelial function in spontaneously hypertensive rats. J. Hypertens. 2006, 24, 1065–1073

2121.   P.G. Li, J.W. Xu, K. Ikeda, A.Kobayakawa, Y. Kayano, T. Mitani, et al.Caffeic acid inhibits vascular smooth muscle cell proliferation induced by angiotensin II in stroke-prone spontaneously hypertensive rats. Hypertens Res, 28 (2008), pp. 369-377

2222.   L.Actis-Goretta, JI Ottaviani, CG Fraga. Inhibition of angiotensin converting enzyme activity by flavonol-rich foods. J Agric Food Chem 54 (2006), pp. 229-234.

2323.   Ardiansyah, Y. Ohsaki, H Shirakawa, T. Koseki, M Komai. Novel effects of a single administration of ferulic acido n the regulation of blood pressure and the hepatic lipid metabolic profile in stroke-prone spontaneously hypertensive rats. J Agric Food Chem 56 (2008), pp. 2825-2830.

24.24   Higdon JV, Frei B. Coffee and health: a review of recent human research. Crit Rev Food Sci Nutr. 2006;46:101–23.

25.25.   Pyrocatechol, a component of coffee, suppresses LPS-induced inflammatory responses by inhibiting NF-κB and activating Nrf2. Scientific Reports. February 2020. Megumi Fucanoshi Tago et al.

2626..   Health Effects of Coffee: Mechanism Unraveled? Nutrients, June 2020. Hubert Kolb et al.

27.27.   Coffee ingredients, hydroquinone, pyrocatechol, and 4-ethylcatechol exhibit anti-inflammatory activity through inhibiting NF-κB and activating Nrf2. MegumiFunakoshi-Tago Mari Matsutaka Shingo Hokimoto Kenji Kobata Kenji Tago Hiroomi Tamura. Journal of Functional Foods. Volume 90, March 2022, 104980.

28.28,   Beneficial effects of acute consumption of boiled Greek type of coffee on endothelial function and peripheral vascular properties . G.A. Papamikroulis, G. Siasos, E. Oikonomou, C. Mourouzis, M. Anastasiou, E. Zacharia, A. Goliopoulou, S. Tsalamandris, A. Antonopoulos, G. Vogiatzi ... European Heart Journal, Volume 38, Issue suppl_1, August 2017, ehx504.P3484.

2929..   Coffee consumption and coronary artery calcium in young and middle-ages asymtomatic adults. Yuni Choi et al. Heart March 2015.

30.30.    Beneficial effect of coffee consumption on atherosclerosis: the Corinthia study. E. Oikonomou et al. Journal of the American College of Cardiology. Volume 71, issue 11, march 2018.

31.31.   Ding M, Bhupathiraju SN, Satija A, van Dam RM, Hu FB. Long-term coffee consumption and risk of cardiovascular disease : a systematic review and dose-response meta-analysis of prospective cohort studies. Circulation 2014; 129: 643-659.

32.32.   Association of coffee intake with total and cause-specific mortality in a Japanese population: the Japan Public Health Center-based Prospective Study.Saito E, Inoue M, Sawada N, Shimazu T, Yamaji T, Iwasaki M, Sasazuki S, Noda M1, Iso H, Tsugane S.

3333,.   Circulation. 2015 Dec 15;132(24):2305-15. doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.115.017341. Epub 2015 Nov 16. Association of Coffee Consumption With Total and Cause-Specific Mortality in 3 Large Prospective Cohorts. Ding M, Satija A, Bhupathiraju SN, Hu Y, Sun Q, Han J, Lopez-Garcia E, Willett W, van Dam RM1, Hu F

3434.   Association of Coffee Consumption With Overall and Cause-Specific Mortality in a Large US Prospective Cohort Study. Loftfield E, Freedman ND, Graubard BI, Guertin KA, Black A, Huang WY, Shebl FM, Mayne ST, Sinha R. Am J Epidemiol. 2015 Dec 15;182(12):1010-22. doi: 10.1093/aje/kwv146. Epub 2015 Nov 27.

35.    Association of coffee consumption with total and cause-specific mortality among nonwhite populations. Annals of Internal Medicine. 11 July 2017.  Ann Intern Med. 2017 Jul 11. Song-Yi Park, PhD; Neal D. Freedman, PhD; Christopher A. Haiman, ScD; Loïc Le Marchand, MD, PhD; Lynne R. Wilkens, DrPH; Veronica Wendy Setiawan, PhD

36.   Ann Intern Med. 2017 Jul 11. doi: 10.7326/M16-2945. Coffee Drinking and Mortality in 10 European Countries: A Multinational Cohort Study. Gunter MJ, Murphy N, Cross AJ, Dossus L, Dartois L, Fagherazzi G, Kaaks R, Kühn T, Boeing H, Aleksandrova K, Tjønneland A, Olsen A, Overvad K, Larsen SC, Redondo Cornejo ML, Agudo A, Sánchez Pérez MJ, Altzibar JM, Navarro C, Ardanaz E, Khaw KT, Butterworth A, Bradbury KE, Trichopoulou A, Lagiou P, Trichopoulos D, Palli D, Grioni S, Vineis P, Panico S, Tumino R, Bueno-de-Mesquita B, Siersema P, Leenders M, Beulens JWJ, Uiterwaal CU, Wallström P, Nilsson LM, Landberg R, Weiderpass E, Skeie G, Braaten T, Brennan P, Licaj I, Muller DC, Sinha R, Wareham N, Riboli E

37.37.   Association of Coffee Drinking With Mortality by Genetic Variation in Caffeine Metabolism Findings From the UK Biobank Erikka Loftfield, PhD; Marilyn C. Cornelis, PhD; Neil Caporaso, MD; et alKai Yu, PhD; Rashmi Sinha, PhD; Neal Freedman, PhD. JAMA Intern Med. 2018;178(8):1086-1097. doi:10.1001/jamainternmed.2018.2425

3838..    Coffee consumption and total mortality in a Mediterranean prospective cohort Adela M Navarro Miguel Á Martinez-Gonzalez Alfredo Gea Giuseppe Grosso José M Martín-Moreno Esther Lopez-Garcia Nerea Martin-Calvo Estefanía Toledo The American Journal of Clinical Nutrition, Volume 108, Issue 5, 1 November 2018, Pages 1113–1120. 23 November 2018

3939.   Coffee consumption and mortality from all causes of death, cardiovascular disease and cancer in an elderly Spanish population. July 2018. European Journal of Nutrition. L. Torres Collado , E. M. Navarrete-Muñoz, L. Notario-Barandiaran, S. Gonzalez-Palacios, O. Zurriaga, I. Melchor, Jesus Vioque

4040.    Caffeinated and decaffeinated coffee consumption and risk of all‐cause mortality: a dose–response meta‐analysis of cohort studies. 20 february 2019, Journal of Human Nutrition and Dietetics.  Q. Ly, Y.Liu, X. Sun, Z. Yin, H. Li, C. Cheng, L. Liu, R. Zhang, F. Liu, Q. Zhou, C. Wang, L.Li, B. Wang, Y. Zhao, R. Zhang, D. Hu.

4141.   Daily Coffee Drinking Is Associated with Lower Risks of Cardiovascular and Total Mortality in a General Italian Population: Results from the Moli-sani Study. Emilia Ruggiero, Augusto Di Castelnuovo, Simona Costanzo, Mariarosaria Persichillo, Amalia De Curtis, Chiara Cerletti, Maria Benedetta Donati, Giovanni de Gaetano, Licia Iacoviello, Marialaura Bonaccio, for the Moli-sani Study Investigators. The Journal of Nutrition, Volume 151, Issue 2, February 2021, Pages 395–404, https://doi.org/10.1093/jn/nxaa365.

42. 42.  Green Tea and Coffee Consumption and All-Cause Mortality Among Persons With and Without Stroke or Myocardial Infarction. Masayuki Teramoto, Isao Muraki, Kazumasa Yamagishi, Akiko Tamakoshi, Hiroyasu Iso. 2021https://doi.org/10.1161/STROKEAHA.120.032273Stroke. 2021;52:957–965.

43.43   Coffee Consumption and All-Cause, Cardiovascular, and Cancer Mortality in an Adult Mediterranean Population. Nutrients 2021, 13(4), 1241.  Laura Torres-Collado, Laura María Compañ-Gabucio, Sandra González-Palacios, Leyre Notario-Barandiaran 1,2,3,Alejandro Oncina-Cánovas, Jesús Vioque  and Manuela García-de la Hera. https://doi.org/10.3390/nu13041241. Received: 17 March 2021 / Revised: 4 April 2021 / Accepted: 7 April 2021 / Published: 9 April 2021.

4444.   Coffee Consumption and the Risk of All-Cause and Cause-Specific Mortality in the Korean Population. Seong-Ah, Li-JuanTan, SangahShin. Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics. Volume 121, Issue 11, November 2021, Pages 2221-2232.

4545.   Coffee consumption and cardiovascular diseases and mortality in patients with type 2 diabetes: A systematic review and dose–response meta-analysis of cohort studies. Hossein Shahinfar, Ahmad Jayedi, Tauseef A.Khan, Sakineh Shab-Bidar. Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases. Volume 31, Issue 9, 26 August 2021, Pages 2526-2538.

46.46   Coffee and tea consumption and mortality from all causes, cardiovascular disease and cancer: a pooled analysis of prospective studies from the Asia Cohort Consortium. Sangah Shin, Jung Eun Lee, Erikka Loftfield, Xiao-Ou Shu, Sarah Krull Abe, Md Shafiur Rahman, Eiko Saito, Md Rashedul Islam, Shoichiro Tsugane, Norie Sawada. International Journal of Epidemiology, dyab161, https://doi.org/10.1093/ije/dyab161. Published: 01 September 2021.

47.47   Association of daily coffee consumption with cardiovascular health – results from the UK Biobank. J Simon, K Fung, Z Raisi-Estabragh, N Aung, M Y Khanji, M Kolossvary, B Merkely, P B Munroe, N C Harvey, S K Piechnik ... European Heart Journal, Volume 42, Issue Supplement_1, October 2021, ehab724.2416, 14 October 2021.

4848.   Association of coffee drinking with all-cause and cause-specific mortality in over 190,000 individuals: data from two prospective studies. Hyun Jeong Cho, Icon,Jin Young Yoo,  An Na Kim,Sungji Moon, Jeoungbin,Inah Kim. International Journal of Food Sciences and Nutrition. 15 Nov 2021.

4949.   Association of Sugar-Sweetened, Artificially Sweetened, and Unsweetened Coffee Consumption With All-Cause and Cause-Specific Mortality. A Large Prospective Cohort Study Dan Liu, MD,   Zhi-Hao Li, MD,   Dong Shen, MD,   Pei-Dong Zhang, MD. Annals of Internal Medicine. 31 May 2022

5050.   2020 International Society of Hypertension Global Hypertension Practice Guidelines. 6 May 2020  https://doi.org/10.

 


Cáncer de boca: causas, prevención y efectos protectores del café

  Oscar de Toro Santos, maestro barista, preparando café con la Chemex    En los últimos años se está observando un incremento preocupante d...